17 de agosto de 2023

Reflexiones en la Festividad de la Transfiguración de Nuestro Señor

Tropario

Te transfiguraste en el monte, ¡oh, Cristo Dios! mostrando a Tus discípulos Tu gloria, como les fue posible; que brille también para nosotros pecadores, Tu luz eterna, por las oraciones de la Madre de Dios. Gloria a Ti, Dador de la luz.

'Mostrando a Tus discípulos Tu gloria, como les fue posible'. No se las mostró en toda su potencia, sino de manera tal que lo pudieran soportar. Pero aún lo que vieron, los estremeció de tal manera que quedaron como muertos. Se los mostró “como les fue posible” adaptándose a su nivel de preparación para recibir la gracia. No los quería estremecer con Su superioridad, sino enseñarles la humildad y fortalecer su fe.

'Que brille también para nosotros pecadores, Tu luz eterna, por las oraciones de la Madre de Dios. ¡Gloria a Ti, Dador de la luz!'

Presten atención a estas palabras – por las oraciones de la Madre de Dios. ¡De qué manera tan poco racional piden los hombres ver la gloria de Dios!

Cuando ascendemos a una alta montaña, nos embarga el temor por todo el espacio de la tierra a nuestro alrededor. Pero un terror más grande aún embarga al hombre ante Dios. Entonces el hombre cae al piso y cubre su rostro con sus manos. Dios es grande y temible para el pecador y pedir ver a Dios y su gloria ¡es una locura! Pero la intercesión de la Madre de Dios nos colma de esperanza de poder estar dignamente en la presencia de Dios . Tan grande es la fuerza de Sus oraciones. Nos unen a comprender la verdad de Dios sin temor.

Y con los rectos él hablaba como un amigo, y sus rostros brillaban. Nosotros, en cambio, caemos al piso, y solo la ayuda llena de gracia por las oraciones de la Madre de Dios nos vuelve a levantar.

Metropolitano Antonio, Primer Jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero