07 de diciembre de 2023
La importancia y la necesidad de un estudio cuidadoso de las Santas Escrituras Sacerdote Juan Pavlov
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Aunque reconocemos el gran significado de la Palabra de Dios, leemos poco y la conocemos mal. Esto fue notado por los protestantes, que irónicamente dicen que los católicos ortodoxos besan la Biblia, pero no la leen. Idea un poco exagerada pero en cierto modo cierta.
En el Evangelio está escrito que las ovejas fieles escuchan la voz de Cristo y lo siguen porque conocen Su voz. Y la voz de Cristo es Su Evangelio, por lo tanto, seguir a Cristo es conocer Sus Mandamientos Evangélicos.
Por supuesto, conocemos los mandamientos básicos de Cristo. Entre los ortodoxos, se transmiten, como dicen, con la leche materna. Sin embargo, el conocimiento de los mandamientos más importantes de Cristo de ninguna manera nos cancela la obligación de un estudio más profundo de la Biblia.
Escudriña las Escrituras, dice el Señor. 'Escudriñar las Escrituras' significa estudiarlas profundamente, cuidadosamente y con reverencia.
Los Santos Padres dicen que *Cristo está escondido en el Evangelio* y que quien quiera encontrar a Cristo debe leer y estudiar cuidadosamente el Evangelio. Por supuesto, no sólo el Evangelio se debe leer y estudiar, sino también todos los demás libros del Nuevo y Antiguo Testamento. Debemos poner el Evangelio primero y prestarle la mayor atención. En segundo lugar están los Hechos, las Epístolas de los Apóstoles y el Apocalipsis. En el tercero están las Escrituras del Antiguo Testamento.
En el estudio de la Biblia, *encontraremos varias dificultades e incluso podemos enfrentar peligros*. Las dificultades son muchos lugares incomprensibles, y los peligros son la posibilidad de malinterpretarlas. Las ideas falsas, los conceptos erróneos y las herejías pueden surgir de una mala interpretación de la Biblia, y de hecho han surgido a menudo. Y nuestro enemigo, el diablo, por supuesto, contribuye a todo esto.
En el Evangelio vemos que, para apartar a Cristo de su camino, el diablo lo citó de la Biblia. Por lo tanto, los peligros de malinterpretar las Escrituras no deben ser subestimados.
Para estudiar la Biblia correcta y agradablemente, se deben observar ciertas reglas. Tratemos de enumerar algunas de ellas.
La primera regla: el estudio de las Sagradas Escrituras debe ser abordado *con reverencia.*
Por ello seremos juzgados, y de acuerdo a nuestra relación con las Escrituras aquí en la tierra, recibiremos bienaventuranza eterna o castigo eterno.
Dios ha revelado Su voluntad a una insignificante partícula de polvo: ¡el hombre! El libro en el que se expone esta gran y santa voluntad está en tus manos.
Puedes aceptar o rechazar la voluntad de tu Creador y Salvador, dependiendo de cómo te plazca. Tu vida eterna o tu muerte eterna están en tus manos: juzga cuánto necesitas ser cuidadoso, prudente. ¡No juegues con tu destino eterno!'
La siguiente regla: el estudio de las Escrituras debe *comenzar con la oración.* Esto es lo que nos enseñan los Santos Padres. 'Considera la oración como la clave para la verdadera comprensión de lo que se dice en las Escrituras Divinas', dice San Isaac de Siria.
Al leer la Biblia, necesitamos la ayuda de Dios para que el Señor mismo pueda ayudarnos a entender y asimilar Su Palabra. 'No te acerques a las palabras de los misterios contenidos en las Divinas Escrituras', dice San Isaac, 'sin orar y pidiendo ayuda a Dios”.
La tercera regla: al interpretar la Biblia, especialmente sus pasajes complejos, importantes y clave, debemos *seguir a los Santos Padres de la Iglesia Católica Ortodoxa,* y no interpretarla con nuestra propia mente.
Al interpretar las Escrituras con la propia mente, puede haber errores, y los errores en la comprensión de los textos sagrados son peligrosos, ya que pueden desviar a una persona del camino de la verdad y de la salvación.
Una persona que lee la Biblia necesita instrucción, una guía para una correcta comprensión de Ella. De lo contrario, existe un gran peligro de perderse al interpretar las Escrituras falsamente.
No hay que ir muy lejos para encontrar un ejemplo: todos nos hemos encontrado con personas predicando su enseñanza herética y siempre lo hacen con la Biblia en sus manos.
Por supuesto, todo esto no significa que debamos abandonar completamente nuestra razón al leer la Biblia. No, también debemos pensar por nosotros mismos, debemos tratar con nuestras mentes, con nuestros corazones, de comprender el significado de lo que está escrito en la Biblia, pero esto debe hacerse con cuidado, sin depender demasiado de nuestras mentes y comparando constantemente nuestras conclusiones con la interpretación de los Santos Padres.
Finalmente, la cuarta regla: para entender las Sagradas Escrituras, necesitas no solo leerlas y estudiarlas, sino *cumplir en tu vida lo que está escrito allí*. El conocimiento teórico por sí solo, que no es aplicado en la vida, es sólo una apariencia, un disfraz de La verdad.
Por lo tanto, la condición sine qua non del estudio correcto de la Palabra de Dios es el cumplimiento en la vida de lo que está escrito allí. 'No os contentéis -dice San Ignacio Brianchaninov- con una lectura infructuosa del Evangelio; tratad de obedecer Sus mandamientos, leedlo con hechos. Este es el libro de la vida, y debe ser leído por la vida'.
Estas son las reglas básicas para leer y estudiar la Biblia. Si nos adherimos a ellas, entonces, sin duda, tal estudio será de gran beneficio para nosotros. San Juan Crisóstomo dice que al leer las Sagradas Escrituras, el alma humana se vuelve fuerte, experimentada y sabia. Esa alma se acerca a Dios y sin notarlo asciende por la escalera de la perfección espiritual poco a poco.
Así que, queridos hermanos, esforcémonos por leer y estudiar la Palabra de Dios como nos enseñaron los Santos Padres, para que también nosotros podamos acercarnos a Dios, y podamos recibir de Él los dones divinos, siendo el más importante de ellos, el don de la vida eterna. Amén.
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